La gingivitis es el término médico que se emplea para definir la inflamación de las encías en su fase inicial, cuando todavía es sencilla de tratar. La causa directa de la gingivitis es la placa bacteriana creada a partir de las proteínas contenidas en la saliva que forman una capa invisible sobre los dientes a la que se denomina “película adquirida”, por encima de la que se depositan diferentes tipos de bacterias.
Si no se elimina esta placa mediante el cepillado y el uso del hilo dental, se producen toxinas que pueden llegar a irritar el tejido gingival, produciendo de esta forma la gingivitis. El daño se puede evitar en esta fase temprana de la enfermedad periodontal, ya que el hueso y el tejido que mantienen a los dientes en su lugar todavía no están afectados. Sin embargo, si no se trata el problema, la gingivitis puede convertirse en periodontitis y causar daños permanentes.
Las enfermedades periodontales, que junto con la caries son las más comunes en España, aparecen principalmente debido a las siguientes causas:
- Una mala higiene dental.
- Los dientes mal alineados, los bordes ásperos debido a obturaciones y la aparatología contaminada o mal colocada.
- El consumo de tabaco.
- Una mala alimentación.
- Determinadas enfermedades e infecciones.
- El uso de algunos medicamentos como bismuto, píldoras anticonceptivas o fenitoína.
- Los cambios hormonales debidos a la pubertad o embarazos.
Tener buenos hábitos de higiene bucal es imprescindible, incluyendo el cepillado diario -como mínimo tres veces al día- acompañado de colutorio e hilo dental para asegurar la máxima limpieza. Cuidar de tu alimentación, llevando una dieta más saludable que favorezca el bienestar bucodental, es otro de los factores a tener en cuenta.
Las limpiezas dentales profesionales son también fundamentales, porque cuando la placa bacteriana se endurece o se ha convertido en sarro, solo el odontólogo podrá eliminarla.
¿Cómo sé si la estoy padeciendo?
Los síntomas típicos de la gingivitis son, entre otros: inflamación, enrojecimiento e hipersensibilidad en las encías, que podrían sangrar habitualmente durante el cepillado. Otro signo es la separación de las encías, que hace que los dientes se vean como alargados.
Por otra parte, podrías experimentar mal aliento o mal sabor de boca con frecuencia, incluso si la patología no se encuentra en una fase avanzada. ¡Ponte en contacto con tu clínica dental en Valladolid y te ayudaremos!